Presenta una letalidad cercana al 100%, lo que quiere decir que mueren casi todos los que llegan a presentar los primeros síntomas de la enfermedad.
Desde el lugar de la mordedura, el virus asciende por los nervios periféricos hasta el sistema nervioso central. Desde ahí se disemina a todo el sistema nervioso periférico y múltiples tejidos, presentando especial afinidad por las glándulas salivales, donde se encuentra en gran cantidad.
El cuadro clínico en humanos y otros animales se caracteriza por malestar general, fiebre, alteraciones sensitivas, consumo de elementos anómalos como piedras y palos. La enfermedad evoluciona con parálisis y espasmo de los músculos de la deglución con imposibilidad de tragar agua e incluso la propia saliva, lo que genera hidrofobia. Después surgen delirios, convulsiones, episodios de cambios de comportamiento y agresividad, y finalmente la muerte. Un animal rabioso tendrá muchas veces su hocico lleno de saliva debido a su imposibilidad de tragar. Dicha saliva tiene altas concentraciones de virus, y si llega a morder a alguien, existirán altas probabilidades de transmitir la enfermedad.
Desde la mordedura hasta la aparición de los primeros síntomas suelen pasar unos 20 días en promedio (aunque el rango puede ir desde unos pocos días, hasta varios años).
En Chile la rabia se considera bajo control, gracias al “Programa Nacional de Rabia”. Sin embargo, sigue detectándose rabia endémica en murciélagos de distintas especies. Los últimos casos de rabia en humanos datan de 1996 (niño contagiado desde un murciélago) y 2013 en que la fuente de contagio fue un perro y tiene la particularidad de ser uno de los pocos casos a nivel mundial en que el paciente ha mejorado.
Puntos importantes con respecto a la situación de la rabia en Chile
El protocolo del Instituto de Salud Pública (ISP) indica que los animales que hayan tenido contacto con un animal rabioso, deben ser sacrificados para resguardar la salud de la población.
Hace algún tiempo ocurrió un caso que generó gran polémica debido a una gata que no contaba con antecedentes de vacunación antirrábica al día y tuvo contacto con un murciélago rabioso. Al enterarse la autoridad, se ajustó al protocolo y solicitó la eutanasia de la gata. Ante esto hubo gran rechazo de la población, argumentando equivocadamente y confundiendo los conceptos de “PERIODO DE INCUBACIÓN” con “CURSO CLÍNICO”. Como ya se ha señalado, el periodo de incubación puede ser bastante largo, pero cuando se presentan los primeros síntomas el curso clínico es de unos 10 días. Sin embargo, se llegó a argumentar que habiendo pasados 10 días desde el contacto con el murciélago, la gata ya no revestía peligro alguno, lo cual es totalmente falso.
Es importante señalar que la única medida eficaz de prevenir la rabia es mediante un correcto protocolo de vacunación indicado por un médico veterinario, el cual debería iniciarse alrededor de los 3 a 4 meses y luego una revacunación anual durante toda la vida.
Si una persona es mordida por un perro desconocido y sin antecedentes de vacunación antirrábica, el protocolo indica su observación por 10 días. Si el perro muere dentro de ese plazo, o es sacrificado debido al empeoramiento de sus síntomas, se realiza una necropsia para establecer la presencia del virus rábico en sus células cerebrales. Mientras tanto, la persona mordida debe ser sometida a protocolo de vacunación antirrábica pos-exposición hasta tener claro si el perro atacante tenía o no rabia.
]]>El protocolo de vacunación ideal incluye inmunizaciones preventivas en cachorros desde los 45 a 60 días de vida (dependiendo de las condiciones del lugar y entorno) y continúa durante toda la vida de la mascota.
Perros
Las vacunas a aplicar son la séxtuple, que previene contra distemper, parvovirus, hepatitis infecciosa, tos de perrera y leptospirosis; y la antirrábica. Actualmente existe una vacuna patentada por el laboratorio Nobivac llamada “Nobivac KC” que ayuda a reducir los signos clínicos asociados a la tos de las perreras producida por Bordetella bronchiseptica y Virus Parainfluenza Canino y a disminuir la excreción viral.
21 días: Vacuna Nobivac KC
45 días: 1º vacuna séxtuple
21 días después: 2º vacuna séxtuple
21 días después: 3º vacuna séxtuple
3 – 4 meses de vida: vacuna antirrábica (se puede aplicar con la 3º dosis de vacuna séxtuple)
Luego, revacunaciones anuales con séxtuple, antirrábica y Nobivac KC durante toda la vida.
Gatos
Las vacunas a aplicar son la triple felina que previene contra la calicivirosis felina, la rinotraqueítis viral felina y la panleucopenia felina; la vacuna contra la leucemia viral felina y la antirrábica.
60 días: 1º vacuna triple y 1º vacuna contra leucemia felina.
21 días después: 2º vacuna triple y 2º vacuna contra leucemia felina.
3 a 4 meses de vida: vacuna antirrábica.
Luego, revacunaciones anuales con triple, leucemia y antirrábica durante toda la vida.
]]>En Chile existen diferentes calidades de alimentos para perros y gatos.
En general podría decirse que la calidad es directamente proporcional al precio, aunque hay notables excepciones derivadas de un gran trabajo de marketing en que alimentos de baja calidad, se venden a un alto precio.
Para saber la calidad de un alimento, existen diferentes parámetros en los cuales conviene fijarse. Siempre hay que leer la lista de ingredientes y entender que los más importantes en esa formulación, son siempre los que se declaran en primer lugar.
Como perros y gatos son animales carnívoros, un alimento dirigido a ellos, debe tener un porcentaje de proteína acorde a sus necesidades nutricionales. La norma chilena indica los porcentajes mínimos de proteína que deben contener los alimentos para perros y gatos, adultos y cachorros (ver tabla).
% de proteína mínimo |
|
Perro adulto |
18% |
Perro cachorro |
22% |
Gato adulto |
26% |
Gato cachorro |
30% |
Norma chilena de porcentaje mínimo de proteína.
Debido a lo anterior, el primer ingrediente declarado será generalmente la principal fuente de proteína. Pero, a pesar de que todos los alimentos comercializados cumplen con estos requisitos, las calidades son bastante dispares entre las distintas marcas y formulaciones. Las diferencias están dadas básicamente por los ingredientes usados; y aquí conviene aclarar un concepto clave en alimentación de cualquier ser vivo: EL VALOR BIOLÓGICO DE UN ALIMENTO.
El valor biológico de un alimento corresponde a la fracción del mismo que es realmente asimilada por el animal que lo está consumiendo. Además, conviene aclarar que un mismo alimento podrá tener diferente valor biológico dependiendo de la especie que va a ser alimentada con él. Por ejemplo, la avena tiene un alto valor biológico en la alimentación de vacas, pero bajo valor biológico en la alimentación de carnívoros. Esto está dado porque los nutrientes de los cuales está constituida la avena son altamente digeribles y metabolizables por un sistema digestivo especializado en alimentos de origen vegetal como es la avena. Sin embargo, los carnívoros no podrán aprovechar un gran porcentaje de dichos nutrientes debido a que no cuentan con las enzimas necesarias para degradarlos hasta sus componentes fundamentales que puedan ser absorbidos en sus intestinos diseñados evolutivamente para otro tipo de nutrientes para los que si tienen las enzimas necesarias.
En base a lo anterior, podemos concluir que un alimento de alto valor biológico para carnívoros será uno que contenga proteína de origen animal. Pero, ¿con eso basta?
Al verificar el etiquetado de la mayoría de los alimentos más comercializados, veremos que uno de los ingredientes más ampliamente usados como fuente de proteína es la HARINA DE SUBPRODUCTOS. Este ingrediente hay que entenderlo como la sobra de un proceso productivo y generalmente corresponde a harina de subproductos de pollo (o algún otro animal faenado en matadero). Por lo tanto, consiste de todas las partes del pollo que no son destinadas a consumo humano: algunas vísceras, cuellos, patas, intestinos, plumas, etc. Todo esto se muele y se extrae la humedad hasta dejar un polvo fino que corresponde mayoritariamente a proteínas indigeribles que son vendidas a fábricas de alimento para mascotas.
Por lo tanto, más importante que la cantidad de proteína, es la calidad de dicha proteína. Lamentablemente, la norma chilena no dice nada en cuanto a la calidad de los ingredientes, dejándolo a criterio de los distintos fabricantes.
Una vez que se ha mejorado la alimentación de una mascota eliminando los subproductos de matadero de su dieta, el siguiente paso sería eliminar también los granos o cereales, ya que como animales carnívoros, su dieta debería estar compuesta sólo por carne y otros derivados animales. Sin perjuicio de lo anterior, muchas formulaciones de buena calidad agregan ciertos vegetales para objetivos específicos como aumentar la cantidad de fibra para estimular la motilidad intestinal.
Para decidir cual es el mejor alimento para su mascota, debe fijarse primero en estos parámetros, y si aún así le quedan dudas, consulte a su médico veterinario para elegir su mejor opción.
Bibliografía:
Norma Chilena Oficial. 2001. Alimentos completos para perros y gatos – Requisitos y rotulación (NCh2546)
Case et al. 1997. Nutrición Canina y Felina. Ed. Harcourt Brace.
]]>